Hifema

🩸 ¿Qué es el hifema? El hifema es la acumulación de sangre en la cámara anterior del ojo, que es el espacio entre la córnea (la capa transparente frontal del ojo) y el iris (la parte de color del ojo). Esta sangre proviene generalmente de la ruptura de pequeños vasos sanguíneos del iris o del cuerpo ciliar. Dependiendo de la cantidad de sangre acumulada, el hifema puede ser: Grado 0 (microsangrado): sangre solo visible al microscopio. Grado I: la sangre cubre menos de un tercio de la cámara anterior. Grado II: cubre de un tercio a la mitad. Grado III: cubre más de la mitad. Grado IV (hifema total o "ojo 8-ball"): la sangre llena toda la cámara anterior. 🧾 Causas principales del hifema Traumatismo ocular (más común): Golpes directos al ojo (puño, pelota, accidentes). Lesiones deportivas. Accidentes de tránsito. Hifema espontáneo (menos frecuente): Enfermedades hematológicas (ej. anemia falciforme, hemofilia). Tumores intraoculares. Vasos sanguíneos anormales en el iris (neovascularización). Uveítis (inflamación intraocular). Complicaciones postquirúrgicas. 🧠 Síntomas comunes Presencia visible de sangre en la parte frontal del ojo. Dolor ocular, especialmente si aumenta la presión intraocular. Visión borrosa o pérdida visual parcial (dependiendo de la cantidad de sangre). Fotofobia (molestia intensa a la luz). Sensación de cuerpo extraño o presión ocular. 🔬 Diagnóstico El diagnóstico es clínico, y se realiza mediante: Examen con lámpara de hendidura (microscopio especializado). Medición de presión intraocular (PIO). Evaluación de la agudeza visual. En casos graves: ecografía ocular o tomografía de órbita si no se puede ver el fondo del ojo por la sangre. Si el hifema es espontáneo, también se hacen exámenes de sangre (coagulograma, electroforesis de hemoglobina) para buscar enfermedades subyacentes. 💊 Tratamiento Casos leves o moderados (grado I y II): Reposo en cama, con la cabeza elevada 30–45°. Protección ocular (parche rígido o escudo). Evitar actividades físicas intensas. Medicamentos tópicos: Corticoides en gotas (prednisolona) para reducir inflamación. Midriáticos (atropina o ciclopentolato) para dilatar la pupila y evitar sinequias. Antiglaucomatosos si se eleva la presión intraocular (timolol, dorzolamida, etc.). Casos graves (grado III o IV, o con complicaciones): Hospitalización para vigilancia y tratamiento intensivo. Cirugía (lavado de cámara anterior o trabeculectomía) si: La presión ocular no se controla con fármacos. Hay sangrado recurrente (re-hifema). Hay riesgo de daño permanente al nervio óptico o córnea. 🔁 Complicaciones Glaucoma postraumático o secundario: aumento permanente de la presión ocular. Re-hemorragia: suele ocurrir entre 3–5 días después del evento inicial. Despigmentación o daño del iris. Sinequias (adherencias entre iris y otras estructuras). Opacidad de la córnea por contacto prolongado con la sangre. Pérdida de visión permanente, si no se trata correctamente. Pacientes con anemia falciforme están en especial riesgo porque la sangre se bloquea más fácilmente en los canales de drenaje del ojo. 🔄 Seguimiento Control estricto por un oftalmólogo, especialmente en la primera semana. Monitoreo diario de la presión intraocular. Evaluaciones frecuentes de la agudeza visual. 🛡️ Prevención Uso de gafas protectoras en deportes como squash, béisbol, ciclismo, etc. Prevención de accidentes en niños y trabajadores en áreas de riesgo. Evaluación oftalmológica antes de cirugías oculares si el paciente tiene trastornos de coagulación. ✅ Conclusión El hifema es una urgencia oftalmológica que requiere atención inmediata. Aunque muchas veces se resuelve con tratamiento conservador, si no se maneja adecuadamente puede dejar secuelas visuales graves. El pronóstico es bueno en la mayoría de los casos leves, pero se debe estar muy alerta ante la posibilidad de complicaciones.

David C

6/18/20251 min read